Recuerdo con mucho cariño una visita familiar a un parque natural. Era una de las primeras veces que mi mujer y yo asistíamos a uno de ellos siendo padres, por lo tanto, como primerizos en este tipo de excusiones, el desgaste por ver cada actuación y cada rincón del lugar ocupaban cualquier prioridad del momento…. ¡No daba tiempo a todo!

Como no puede ser de otra forma, viendo una función con leones marinos de protagonistas y escuchando a los entrenadores de estos animales, mi mente se trasladó al baloncesto… La sencillez con la que hablaba aquel entrenador de leones marinos sobre su adiestramiento y la manera que tenía de expresarlo con tanta pasión, que ya me gustaría ver en cada entrenador-educador en el mundo de la canasta.

Rápidamente apunte en el teléfono móvil las claves tan maravillosas que estaba trasmitiendo el adiestrador para todos nosotros, muy valiosas  para todos los entrenadores y educadores…. Y, también, para todos aquellos líderes de equipos. Esas personas que a diario tienen que rodearse de sus colaboradores para cumplir objetivos de trabajo y de empresa. Si un  líder de equipo es una persona que brinda orientación, instrucción, dirección y liderazgo a un grupo de personas con el propósito de lograr un resultado clave o un grupo de resultados alineados, estas tres palabras son la clave para tu éxito.

 

A) ENTUSIASMO
Desbordar ilusión cada día, positivos con muchas ganas de trabajar, ver al líder como una persona radiante, repleto de ilusión por enseñar y aprender a diario.

B) PROTECCIÓN
No es otra cosa que ayudar a que los colaboradores estén en buenas condiciones mentales, acondicionar bien su puesto de trabajo, dotar de las herramientas necesarias para una mejor productividad e impedir que sufran.

C) RESPETO
Uno de los grandes valores de la humanidad no puede estar exento en un responsable de área, tratar bien a los colaboradores, tenerles en consideración sin discriminar ni ofender.

Tener el afecto de los colaboradores, puede suponer el gran paso para que se conviertan en personas abiertas al aprendizaje y a la adquisición de nuevas estrategias propuestas por el líder, por el entrenador. Después de más de 25 años como entrenando baloncesto, un viaje fugaz buscando diversión familiar, sirvió para aprender tres valiosísimas palabras para funcionar como equipo. Tres magníficas palabras para no descuidar en nuestra hoja de ruta diaria… como entrenadores…como padres o madres…como responsables de departamento…

 

La sopa (Jorge Bucay)

Cuentan que una mujer entró a un restaurante y pidió como primer plato una sopa de espárragos. Unos minutos después, el camarero le servía su humeante plato y se retiraba.

– ¡Camarero! gritó la mujer, venga por favor.

– ¿Señora? Contestó el camarero, acercándose.

– ¡Pruebe esta sopa ordenó la clienta. ¿Qué pasa, señora? ¿No es lo que usted quería?

– ¡Pruebe la sopa! – Repitió la mujer.

– Pero, ¿Qué sucede? ¿Le falta sal?

– Pruebe la sopa!

– ¿Está fría?

– ¡¡PRUEBE LA SOPA – Repetía la mujer insistente.

– Pero señora, por favor, dígame lo que pasa… Dijo el camarero.

– Si quiere saber lo que pasa… Pruebe la sopa, dijo la mujer señalando el plato.

El camarero, dándose cuenta de que nada haría cambiar de parecer a la encaprichada mujer, se sentó frente al humeante líquido amarillento y le dijo con cierta sorpresa:

– Pero, aquí no hay cuchara…

– ¿Vio? Dijo la mujer – ¿Vio?… Falta la cuchara.

Qué bueno sería acostumbrarnos, en las pequeñas y en las grandes cosas, a poder nombrar hechos, situaciones y emociones directamente, sin rodeos, tal como son.

Este tipo de situaciones se da con frecuencia en empresas y organizaciones, hay personas que se empeñan en comunicarse con indirectas, sin ir al grano, con rodeos, esperando que los demás adivinen sus pensamientos. Esto hace que la comunicación sea muy difícil y una fuente constante de conflictos. Cuanto más claro, concreto y preciso sea el mensaje, menos problemas de entendimiento habrá, se reducirán los conflictos y el trabajo irá más fluido.