En la vida las crisis y los momentos negativos sirven para da la mejor versión de uno mismo. Recientemente tuve que pasar por quirófano, una cirugía que consistía en extraer la vesícula biliar. Nada grave, sin embargo, los instantes previos a esta operación y lo que supondría la recuperación de esta, ocupaban mucho mis pensamientos. Fueron reflexiones personales muy profundas.

Investigué un poco sobre las causas de esta enfermedad y me encontré con la expresión común “venir escupiendo bilis”. Pues resulta que la vesícula biliar es un símbolo de retención de energía. Es decir, alguien que padece esta dolencia es una persona llena de agresividad en su interior… Y no me refiero a agresividad como algo negativo, sino, más bien relacionado con personas que aguantan mucho y no exteriorizan sentimientos y, tampoco los expresan. En definitiva, en mi caso, no he sabido llevar bien algunas experiencias a lo largo de mi desarrollo personal.

La energía quiere fluir, si la obstaculizamos, si no sabemos desprendernos de esa acumulación, nuestro cuerpo nos envía señales en forma de enfermedad. Vivir de forma saludable y poco estresante es difícil, pero la enfermedad nos da sinceridad y nos enseña el camino.

 

 

Dirigir nuestra vida es un camino complejo

 

Mi trabajo me ha servido para ver cómo se preparan grandes equipos para competir sin ningún tipo de miedo. Me he encontrado con entrenadores altamente detallistas que entrenan a sus equipos de manera muy rigurosa. El resultado: Tener jugadores plenamente capacitados para afrontar cada partido o cada entrenamiento, como si de una final se tratara.

La vida va de esto, estar más que preparados para disfrutar y solventar cada piedra que nos encontremos en el camino. Las acumulaciones son malas compañeras de viaje y nuestra salud es la que más lo sufre. De momento, lo que, sabemos, es que sólo se vive una vez.

A continuación, quiero explicarte cinco ideas que serían los pilares básicos de un deportista y que el entrenador procura ir guiando a lo largo de la temporada.

 

  1. Descanso

Un cuerpo técnico de alto nivel aconseja a los deportistas dormir entre de 9 y 10 horas.

La pérdida de sueño aumenta el riesgo de lesiones, aparte de reducir la concentración y la atención, aspectos claves para un rendimiento eficaz. Aquí hablo de lesiones, pero en la vida bien pueden ser dolores de cabeza, problemas posturales o sentirse acatarrado…

La necesidad de hacer descansos en el deporte empieza a estar cada vez más planificado. El objetivo de no llegar al límite es algo que preocupa mucho a los entrenadores. El agotamiento nos limita mucho, así que ya tenemos un primer punto a considerar para nuestra vida ordinaria: Planificar nuestro propio descanso.

 

  1. Alimentación

Los staffs de los equipos deportivos profesionales van sumando cada temporada nuevos efectivos. Ya resulta muy común la figura del nutricionista. Esta demostrado que un buen habito alimenticio aumenta la salud del atleta y alarga su vida profesional.

Muchas de las enfermedades que padecemos vienen originadas por una alimentación poco saludable: Exceso de azúcar, comida elaborada… Si queremos alargar nuestra buena salud a lo largo de la vida, necesitamos hacer un esfuerzo en el plano alimenticio y ayudar a sufrir menos a nuestro cuerpo con comidas más saludables.

 

  1. Hidratación

En términos generales se considera recomendable beber 500 ml dos horas antes del ejercicio, entre 100-150 ml cada 15-20 minutos durante el ejercicio, y 500 ml después del ejercicio. Mantenerse hidratado durante la práctica de ejercicio físico es básico para un rendimiento competitivo óptimo.

Si de algo pecamos a lo largo del día es de beber poca agua. Quizá, si tomamos líquidos… Pero no los adecuados. El café o bebidas gaseosas ocupan parte de nuestra costumbre diaria, ya no digamos el alcohol. Por lo tanto, si realmente quieres sentirte bien en un día normal, toma agua, al igual que un deportista en plena actividad.

 

  1. Condición física

Una de las preocupaciones de los entrenadores es que los jugadores tengan la forma física adecuada para la práctica deportiva. Si el deportista quiere rendir en la cancha de juego, debe tener el acondicionamiento necesario para aguantar los arreones de un entrenamiento o partido. Sin la condición física adecuada, el cansancio aparecerá demasiado pronto y no podrá ayudar al equipo a ser competitivo.

Ejemplos de ejercicio físico para nuestra vida ordinaria puede ser tan simple como caminar. Planificar momentos de “andar” nos ayudará a mejorar nuestra salud. En otros casos, para aquellas personas más activas el jogging, el running, la natación o ir al gimnasio serán más efectivos para el bienestar personal.

 

  1. Afecto

Sentirse querido es necesario, nutre y provoca reacciones que, bien canalizadas, dan al deportista un mayor sentido en lo que hace y una sensación de acompañamiento en el camino duro de la competición o competiciones que juegue.

Los seres humanos somos seres relacionables y queremos estar con otras personas. Rodearse de personas que nos den cariño y viceversa supone un chute de salud. El amor forma parte de nuestro camino, los que tenemos familia bien sabemos lo reconfortante que es llegar a casa y refugiarte con tu pareja e hijos o hijas.