Es de mérito superior ver cómo se solventan partidos de baloncesto ajustados en los últimos segundos. Los espectadores repletos de nervios y en la cancha los jugadores, en ocasiones muy jóvenes, tomando decisiones en décimas de segundos sin ser conscientes del foco de observación que llevan encima.
¿Puedes llegar a imaginar cómo debe estar la mente de los atletas en momentos importantes? ¿Alguna vez has sentido que tu mente es un torbellino de pensamientos e ideas? Puede ser difícil concentrarse en una tarea cuando tu mente está abarrotada. Por eso me parece ciertamente interesante examinar la gran cantidad de acciones que suceden en la preparación de un partido y transferirlo a la vida.
En esta ocasión el blog postpartido, te acercará a algunas formas simples para abrir tu mente y organizar todas esas ideas que tienes y que necesitas sacarlas para desarrollarnos y vivir mejor. En definitiva, vamos a intentar encontrar maneras de organizar nuestras ideas, proyectos, planes, propósitos…
Antes de entrar de lleno en dicho análisis, quiero explicar que significa organizarse. Organizar nuestros pensamientos simplemente significa poner todo en su lugar. Esto se puede hacer mental o físicamente. Cuando organizas tus pensamientos, puedes concentrarte mejor en la tarea en cuestión y lograr una mayor productividad. ¡Qué curioso! Exactamente lo que un entrenador pide a sus jugadores: Concentración, algo que vuelve loco a cualquier líder, tener a su equipo atento durante el máximo tiempo posible.
Vamos a descifrar algunas de las dinámicas que suelen usarse en la rutina del deporte profesional:
Haz una lista
Una de las formas más sencillas de organizar tus pensamientos es hacer una lista. Esto puede ser una lista de tareas pendientes, una lista de compras o cualquier otro tipo de lista. Son muchos los entrenadores que durante la preparación de un partido realizan una lista de objetivos a cumplir para competir lo mejor posible e intentar ganar el siguiente partido. Ver en una pizarra o en una hoja de papel aquellas cosas que más nos urgen y que necesitamos hacer bien, nos relaciona mejor con nuestro foco de atención.
Para el uso cotidiano, escribir lo que necesitamos hacer o lo que necesitamos comprar, por ejemplo, nos despeja la mente y nos resultará más fácil concentrarnos en la tarea correspondiente.
Usa un planificador
En el deporte hay muchos conceptos a desarrollar. Entrenar todos es imposible y más con el calendario de competición tan exigente que manejan los equipos de la alta competición. Se necesita planificar que hacer cada día para componer o construir, de esta forma, un equipo completo al final del proceso.
¿Qué nos sucede en nuestro día a día? Que tenemos muchas actividades al cabo del día y necesitamos ordenarnos para sobrellevarlas lo mejor posible. Si tienes dificultades para recordar todo lo que necesitas hacer, entonces usar un planificador puede ser la solución para ti. Un planificador o una agenda nos ayudará a realizar un seguimiento de nuestros horarios y tareas, para que no tengamos que preocuparnos por olvidar nada importante.
Crea una rutina
Tener una rutina también nos ayudar a organizar nuestros pensamientos. Cuando todo se hace en un cierto orden cada día, se vuelve más fácil de recordar y no tendremos que preocuparnos por olvidar nada.
Los jugadores que más progresan, son aquellos que tienen un método de trabajo extra a lo ya planificado por sus entrenadores. Los hay que tienen una rutina de trabajo antes de los entrenamientos, con diferentes tablas de ejercicios que potencian sus virtudes; otros lo realizan después de entrenar… Incluso, hay cada vez más jugadores que usan parte del calentamiento pre-partido para ejercitar detalles de su juego o de su técnica individual y, así, estar más preparado para afrontar cada partido.
Haz un tablero de visión
Cuando vemos a un entrenador usar la pizarra no es tan importante lo que dibuja, considero que el jugador llega entrenado a cada partido y con las ideas claras. La pizarra es un faro que atrae la atención de los jugadores… Y esto ayuda a dirigir la mirada a un punto y así, concentrarse mejor.
Un tablero de visión es una excelente manera de organizar nuestros pensamientos y sueños para el futuro. Al poner todas nuestras metas y aspiraciones en un solo lugar, vamos a poder concentrarnos más fácilmente en ellas.
Establece plazos
Los ejercicios que se plantean en los entrenamientos tienen un tiempo estipulado. De lo contrario se acumularía mucho el cansancio y sería imposible mejorar. Cada objetivo tiene su tiempo para poder conseguirlo.
Cuando tenemos una fecha límite para una tarea, podemos ayudar mejor a organizar nuestros pensamientos. De esta forma sabremos exactamente lo que necesitamos hacer y cuándo debemos hacerlo. ¡Esto puede ser útil tanto para tareas grandes como pequeñas!
Practica la meditación
El tiro libre es un claro ejemplo en este apartado. Vemos como se concentran los jugadores al llegar a la línea de tiros libres: Algunos respiran profundamente, otros cierran los ojos un instante… Por norma general se toman un tiempo para meditar en lo que van a hacer.
Una de las mejores formas de organizar tus pensamientos es practicar la meditación. Esto nos ayudará a calmar nuestra mente y concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos. También tenemos otros muchos otros beneficios, como reducir el estrés y mejorar la salud en general.
Mantente alejado de las distracciones
Los entrenamientos por norma general no son excesivamente largos. Es muy importante mantener concentrado al jugador el mayor tiempo posible… Si un entrenamiento o una reunión se alarga, las distracciones empiezan a aparecen con asiduidad. Una buena planificación de los tiempos, una elección adecuada de los grupos de trabajo y un ambiente de trabajo atractivo potencian y aumentan la atención.
Puede ser difícil organizar nuestros pensamientos cuando estamos constantemente distraídos. Por eso es importante encontrar un lugar tranquilo donde podamos trabajar sin que nos molesten. Tu puesto de trabajo debe estar listo para no perder lo mejor de ti en la producción.
LA CIUDAD DEL OTRO LADO (PAULO COELHO)
Un ermitaño del monasterio de Esceta se aproximó al Abad Teodoro.
– Sé exactamente cuál es el objetivo de la vida. Sé lo que Dios pide al hombre y conozco la mejor manera de servirlo. Y a pesar de eso, soy incapaz de hacer todo lo que debería estar haciendo para servir al Señor.
El abad Teodoro permaneció un largo tiempo en silencio. Finalmente dijo:
– Tú sabes que existe una ciudad al otro lado del océano. Pero aún no has encontrado el barco, no has subido tu equipaje y no has atravesado el mar. ¿Por qué estar hablando de ella, o de cómo debemos caminar por sus calles?
Saber el objetivo de la vida o conocer la mejor manera de servir al Señor no basta. Pon en práctica lo que estás pensando y el camino se mostrará por sí mismo.
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