El término “breadcrumbing” se refiere a la práctica de enviar señales o pistas sutiles a alguien para mantener su interés sin comprometerse realmente. Aplicado al baloncesto, podría significar usar técnicas o estrategias para mantener a los oponentes adivinando tus próximos movimientos, sin revelar tus verdaderas intenciones.
Aquí hay algunas formas que se me ocurren en que el breadcrumbing podría aparecer en el baloncesto, principalmente en el juego de ataque:
Fintas y amagues:
Utilizar fintas de pase o de tiro para confundir a los defensores y abrir espacios para ti o tus compañeros de equipo. Esto implica mostrar una acción inicial y luego cambiar de dirección o movimiento en el último momento.
Cambios de velocidad y dirección:
Alterar repentinamente tu velocidad o dirección mientras conduces hacia la canasta o intentas desmarcarte de tu defensor. Esto puede desconcertar a los defensores y darte una ventaja para encontrar una oportunidad de tiro o pase.
Uso de la mirada:
Dirigir la mirada hacia una dirección mientras planeas ejecutar una acción en otra dirección. Esto puede engañar a los defensores y abrir espacios para tus compañeros de equipo que se están moviendo sin balón.
Por tanto, el breadcrumbing en el baloncesto implica mantener a los oponentes en constante incertidumbre y responder a sus acciones de manera impredecible, con el objetivo de crear oportunidades ofensivas y, también, defensivas, pues podríamos enumerar algunas opciones de engaño desde la defensa.
…Como en la vida misma
Y, ¿en la vida?, ¿dónde podemos encontrar el breadcrumbing? Pues principalmente bien puede ser una táctica de comunicación en la que una persona envía señales o pistas sutiles a otra para mantener su interés o atención sin comprometerse realmente con una relación significativa o concretar planes.
Aquí te dejo cuatro ejemplos claros en que el breadcrumbing puede manifestarse en diferentes contextos de la vida:
En relaciones personales:
Una persona podría enviar mensajes ocasionales, dar likes en redes sociales o incluso sugerir planes futuros, pero sin realmente comprometerse a establecer una conexión más profunda o a seguir adelante con los planes concretos.
En el ámbito laboral:
En una entrevista de trabajo, por ejemplo, el reclutador podría dar pequeñas señales de interés a un candidato para un puesto, como responder correos electrónicos o mantener conversaciones informales, pero sin tomar medidas concretas para avanzar en el proceso de contratación.
En amistades:
Un amigo puede enviar mensajes esporádicos o interactuar ocasionalmente, hoy en día, en redes sociales, pero nunca comprometerse a pasar tiempo juntos en persona o a profundizar en la amistad.
En el contexto social:
Durante eventos sociales, alguien podría mostrar interés temporal en una conversación o actividad, pero luego retirarse o desaparecer sin seguir adelante con una relación más significativa en un futuro inmediato.
El breadcrumbing puede ser frustrante para la persona que lo experimenta, ya que puede generar expectativas 
sin cumplir, confusión y falta de claridad en la relación o situación. Es importante reconocer estas señales y comunicarse de manera abierta y directa si deseas establecer una conexión más sólida o si necesitas claridad en la relación.
¿Se te ocurren otros momentos breadcrumbing en tu día a día? ¿Cuáles son?
Comentarios recientes