Recuerdo, hace ya unos años, mi conversación con una muy buena deportista. Me decía cómo se sentía segundos antes de competir. Me sorprendía escuchar su saboteador interior. Sus temores se acrecentaban pensando que sus rivales habían entrenado, al menos, como ella y que sería muy difícil ganarles.
Desde fuera, como espectador, a mí me transmitía un enorme poderío físico. Incluso su lenguaje corporal radiaba superioridad. Su medallero y participación en unos juegos olímpicos así, también, lo demostraba. Sin embargo, algo fallaba en su cabeza… Algo que, si lo cambiaba, podía ser la mejor.
Pensar en positivo crea nuevas posibilidades sin darnos cuenta. Mantener un diálogo interno motivador nos va a ayudar a lograr las metas que nos propongamos. El entrenamiento es muy importante, está claro. El método, básicamente, todos lo tenemos claro. Desarrollar el plan ya es otra cosa. Algo exclusivo para los mejores.
La cultura maya mantiene que creer es crear. Nuestros pensamientos y emociones tienen fuerza propia para cambiar nuestra realidad. Así que, si eres deportista, entrenador o líder, probablemente la mayor parte del éxito radique en el cómo.
La mentalidad positiva se refiere a la forma en que una persona piensa y se percibe a sí misma y al mundo que la rodea. Se trata de enfocarse en los aspectos positivos de la vida y tener una actitud optimista y esperanzadora hacia el futuro. Transformar tus pensamientos para adoptar una mentalidad positiva puede ayudarte a alcanzar tus metas y tener éxito en la vida.
Aquí hay algunos consejos sobre cómo transformar tus pensamientos para adoptar una mentalidad positiva:
Identifica tus pensamientos negativos
El primer paso para transformar tus pensamientos es identificar los negativos. Puede ser útil llevar un diario de tus pensamientos y emociones durante el día y reflexionar sobre ellos más tarde. Identificar los patrones en tus pensamientos puede ayudarte a descubrir qué te está deteniendo y cómo puedes comenzar a pensar de manera más positiva.
Cuestiona tus pensamientos negativos
Una vez que hayas identificado tus pensamientos negativos, es importante cuestionarlos. ¿Son estos pensamientos realistas? ¿Son útiles? ¿Hay evidencia que respalde estos pensamientos? Si la respuesta es no, entonces es importante reemplazarlos con pensamientos más realistas y positivos.
Practica la gratitud
Practicar la gratitud puede ayudarte a desarrollar una mentalidad positiva. Tómate unos minutos cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido. Puede ser algo tan simple como el sol brillando afuera o algo más significativo, como una amistad cercana. Agradecer lo que tienes puede ayudarte a sentirte más positivo y optimista sobre la vida. Puedes probar a hacerlo en forma de diario
Visualiza tus metas
Visualizar tus metas puede ayudarte a adoptar una mentalidad positiva y enfocada. Imagina cómo sería lograr tus metas y cómo te sentirías al alcanzarlas. Esto puede ayudarte a mantenerte motivado y enfocado en tus objetivos, lo que a su vez puede ayudarte a alcanzarlos.
Rodéate de personas positivas
Las personas con las que te rodeas pueden tener un gran impacto en tu mentalidad y actitud. Trata de rodearte de personas positivas que te apoyen y te animen. Esto puede ayudarte a mantener una actitud optimista y a mantenerte motivado para alcanzar tus metas.
Practica la autocompasión
Ser amable contigo mismo y practicar la autocompasión puede ayudarte a adoptar una mentalidad positiva. No te castigues por los errores o fracasos, en lugar de eso, usa estos momentos como oportunidades para aprender y crecer. Trátate a ti mismo con el mismo amor y compasión que tratarías a un amigo cercano.
En conclusión, adoptar una mentalidad positiva puede ser un proceso gradual, pero es una forma poderosa de transformar tus pensamientos y alcanzar tus metas. Al identificar tus pensamientos negativos, cuestionarlos y practicar la gratitud, la visualización y la autocompasión, puedes cambiar tu forma de pensar y ver el mundo de una manera más positiva. Al hacerlo, puedes alcanzar tus objetivos y tener éxito en la vida.
EL TRIATLÓN ME LO HA DADO TODO (Ruth Brito)
Mi vida va relacionada al triatlón, desde conocer a mi pareja hasta formar una familia. Siempre he hecho deportes de resistencia, de larga duración y me ha servido para superarme cada día un poquito más. Creo que la vida va de eso. La vida tiene cosas ingratas, momentos duros y hay que saber siempre ver el lado positivo de las cosas, mirar lo que no te gusta desde la compasión…
La empatía es un valor que lo pondero mucho: Saber ponerse en el lugar del otro en sus circunstancias de vida, en su forma de vivir la vida. También ser una persona generosa y, por supuesto, ser una persona con una fortaleza mental, que considero que es lo que me ha dado el de larga distancia.
En definitiva, las disciplinas que hago han sido mi refugio. He aprendido mucho… El deporte es mi vía de escape y esa experiencia no la cambio por nada. Mis debilidades se han convertido en mis fortalezas, simplemente, repito: La vida es una superación continua.
Recuerdo una vivencia especial en una mis carreras, fue en 2016. Hacía mucho calor, en la bici fui muy fuerte y luego tocaba correr y, ahí, empecé a notar problemas. Mi estómago estaba totalmente dilatado, una inflamación brutal que no me dejaba ni beber ni comer. ¡Iba la primera! Me tuve que sentar a los 10 kilómetros en un banco porque, con cualquier cosa que bebía, parecía que me iba a explotar el estómago y me dolía muchísimo. Empecé a gritar. Llegó la ambulancia y exploraron si todos los parámetros estaban bien; así fue. Me dieron algo para el estómago y me animaron a volver a intentarlo.
Sólo podía beber isotónicos, poquito a poco, poquito a poco, muy despacito, mucho… Mucho. Trabajando la mente en ese momento, es muy difícil tener autoconsciencia en esos momentos.
El dolor no me dejaba ver más allá.
Logré concentrarme y luchar por recuperarme. Sabía que, si no me encontraba bien, tendría que abandonar la prueba. Si algo me ha dado el deporte es saber sufrir y mi cabeza es muy sufridora: Llegaba el momento de superar a la adversidad. Había perdido muchos puestos mientras me recuperaba. En los últimos 30 kilómetros fui remontando muchísimo y es Eneko (mi pareja) quien en el kilómetro 9 me dice: “Tienes opciones de podio”. Yo pensaba que era imposible tras mi largo parón recuperándome del dolor de estómago.
Los últimos kilómetros me iban dando tiempos, todos eran alcanzables, la verdad.
Me quedé a puertas de entrar en el podio. Finalmente entré cuarta en línea de meta, a 40 segundos de la tercera. Ese día para mí fue una gran victoria. Aunque no entré entre las tres primeras, no me quedo solo con el podio. Ya sé que al final esas cosas están muy bien porque es tu recompensa al trabajo… Pero creo que también la recompensa al trabajo son todas las adversidades que tenemos los deportistas en el día a día… Todas las adversidades que tenemos en la vida en general y no las buscamos, simplemente aparecen.
La vida trata de eso. Creo que es muy importante tener una ilusión que te motive a pesar del esfuerzo. Y que te ilusione. Que sientas que esa es tu pasión y que te ayuda a vivir de una manera mucho mejor y más feliz.
Ruth Brito, madre, trabajadora, triatleta y deportista, dirige la escuela de triatlón @etrieskola donde fomenta el triatlón para la mujer ayudándolas a iniciarse en las tres disciplinas.
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