Con las retrasmisiones de partidos de baloncesto podemos ver en alguna ocasión los tiempos muertos de los entrenadores. Como si de un casting se tratara, los entrenadores de baloncesto tienen un minuto escaso para hablar con sus jugadores e intentar orientar o cambiar el rumbo de la estrategia con el fin de mejorar el resultado.

Un minuto con las pulsaciones disparadas tanto de jugadores como del propio entrenador. En ocasiones un minuto clave para enderezar un partido, sin embargo ¿Cuánto de efectividad hay en esa relación?

La comunicación en los deportes de equipo es un aliado, recuerdo escuchar desde muy joven “un equipo que habla en defensa tiene un jugador más en el campo”. La importancia de comunicar es de suma importancia y no solo para el partido, antes están los entrenamientos, las reuniones tácticas y la charla previa al partido. El discurso es un actor principal en esta obra. Tu equipo va a depender, en gran medida, de cómo te hayas relacionado con él.

A lo largo de casi veinte temporadas, he trabajado con varios entrenadores. Algunos parecidos, otros, en cambio muy diferentes. En este repaso que he realizado me he centrado en su manera de comunicar y voy a intentar describir aquellos puntos que les hacían especiales en sus charlas.

 

PASIÓN

No descubro nada, pero no puedo evitar hablar de lo significativo que es ser un apasionado por tu trabajo. El poder de persuasión de un entrenador apasionado es infinito. Si tú eres un líder y tienes auténtico amor por lo que haces, tu discurso iniciará por buen camino.

El buen comunicador emociona y esto contagia de tal manera que la credibilidad gana muchos enteros, en definitiva, convence al equipo para seguir trabajando y estar unido por el objetivo que tengan marcado.

¡Atención! Me gustaría añadir en este apartado lo importante que es la humildad para transmitir. Investigando para la elaboración de este artículo, me ha gustado muchísimo más aquellos comunicadores que han dejado el orgullo o la soberbia de lado. Así que creo que aquellos que quieren relacionarse con otros desde la humildad, van a tener una conexión más facilidades de llegar a su público.

 

 

PAUSA

Vamos a entender por pausa los silencios de manera intercalada durante el discurso. Creo que este concepto es de gran valor para que nos logren entender, para que nuestro mensaje llegue. Volviendo a la situación de un tiempo muerto de un partido de baloncesto, puede ser extraordinario para que el jugador asimile la charla momentos de interrupción. En este caso, como decíamos antes, los jugadores y entrenador están excelsos de pulsaciones y asimilar la información es crucial para el devenir del partido.

Anotemos este concepto como algo clave cuando queramos que nuestro discurso sea efectivo. El poder de los silencios ayuda a que el receptor le demos tiempo a entender lo que le decimos, a interiorizarlo. Por otro lado, el silencio por parte del interlocutor, le ayudará a construir mucho mejor el mensaje, no perder el hilo de lo importante y a prepararse mejor las siguientes frases.

 

 

“Los grandes conferenciantes usan la pausa para respirar, para generar expectación, captar la atención y hacer pensar a la audiencia, en definitiva, dar tiempo para procesar el mensaje y así hacerlo efectivo.”

 

 

PREPARACIÓN

Cuando tenemos que ponernos delante de una audiencia, es tal privilegio que debemos tener el conocimiento necesario, hay que prepararse, nos convertimos en auténticos especialistas y no podemos defraudar dando un mensaje pobre y carente de significados potentes.

Siguiendo con el ejemplo de los entrenadores en los tiempos muertos, los jugadores cuando llegan a su banquillo esperan escuchar soluciones o una estrategia brillante para tener éxito en el partido. Hay verdaderos tiempos muertos llenos de mucha preparación, el estudio previo de cara al partido sirve de herramienta muy poderosa para para que el entrenador dicte las tácticas que van surgiendo a medida que avanza el partido.

 

A parte de lo que conozco de mi sector, he explorado. también, la figura de Barack Obama, considerado unos de los líderes más recientes que ha tenido la política y posiblemente como un gran comunicador. Por ello he conseguido parte de su primer discurso una vez que es proclamado presidente los Estados Unidos, espero que sea de vuestro interés y pueda ser un texto más que útil para reflexionar sobre cómo nos hacemos entender, que estoy seguro, que en muchos casos es tarea primordial para tener éxito en nuestro trabajo y en nuestras vivencias y experiencias diarias que todos tenemos.

 

 

El primer discurso de Barack Obama al pueblo americano

 

¡Hola, Chicago!

Si todavía queda alguien por ahí que aún duda de que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible, quien todavía se pregunta si el sueño de nuestros fundadores sigue vivo en nuestros tiempos, quien todavía cuestiona la fuerza de nuestra democracia, esta noche es su respuesta.

Es la respuesta dada por las colas que se extendieron alrededor de escuelas e iglesias en un número cómo esta nación jamás ha visto, por las personas que esperaron tres horas y cuatro horas, muchas de ellas por primera vez en sus vidas, porque creían que esta vez tenía que ser distinta, y que sus voces podrían suponer esa diferencia.

Es la respuesta pronunciada por los jóvenes y los ancianos, ricos y pobres, demócratas y republicanos, negros, blancos, hispanos, indígenas, homosexuales, heterosexuales, discapacitados o no discapacitados. Estadounidenses que transmitieron al mundo el mensaje de que nunca hemos sido simplemente una colección de individuos ni una colección de estados rojos y estados azules.

Somos, y siempre seremos, los Estados Unidos de América.

Es la respuesta que condujo a aquellos que durante tanto tiempo han sido aconsejados a ser escépticos y temerosos y dudosos sobre lo que podemos lograr, a poner manos al arco de la Historia y torcerlo una vez más hacia la esperanza en un día mejor.

Ha tardado tiempo en llegar, pero esta noche, debido a lo que hicimos en esta fecha, en estas elecciones, en este momento decisivo, el cambio ha venido a Estados Unidos.

Esta noche, recibí una llamada extraordinariamente cortés del senador McCain. El senador McCain luchó larga y duramente en esta campaña. Y ha luchado aún más larga y duramente por el país que ama. Ha aguantado sacrificios por Estados Unidos que no podemos ni imaginar. Todos nos hemos beneficiado del servicio prestado por este líder valiente y abnegado.

Le felicito; felicito a la gobernadora Palin por todo lo que han logrado. Y estoy deseando colaborar con ellos para renovar la promesa de esa nación durante los próximos meses.

Quiero agradecer a mi socio en este viaje, un hombre que hizo campaña desde el corazón, e hizo de portavoz de los hombres y las mujeres con quienes se crío en las calles de Scranton y con quienes viajaba en tren de vuelta a su casa en Delaware, el vicepresidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden.

 

(…. Momento de agradecimientos…)

 

 

Sí podemos.

Cuando las bombas cayeron sobre nuestro puerto y la tiranía amenazó al mundo, ella estaba allí para ser testigo de cómo una generación respondió con grandeza y la democracia fue salvada.

Sí podemos.

Ella estaba allí para los autobuses de Montgomery, las mangas de riego en Birmingham, un puente en Selma y un predicador de Atlanta que dijo a un pueblo: “Lo superaremos”.

Sí podemos.

Un hombre llegó a la luna, un muro cayó en Berlín y un mundo se interconectó a través de nuestra ciencia e imaginación.

Y este año, en estas elecciones, ella tocó una pantalla con el dedo y votó, porque después de 106 años en Estados Unidos, durante los tiempos mejores y las horas más negras, ella sabe cómo Estados Unidos puede cambiar.

Sí podemos.

Estados Unidos, hemos avanzado mucho. Hemos visto mucho. Pero queda mucho más por hacer. Así que, esta noche, preguntémonos -si nuestros hijos viven hasta ver el próximo siglo, si mis hijas tienen tanta suerte como para vivir tanto tiempo como Ann Nixon Cooper (1), ¿Qué cambio verán? ¿Qué progreso habremos hecho?

Esta es nuestra oportunidad de responder a ese llamamiento. Este es nuestro momento. Estos son nuestros tiempos, para dar empleo a nuestro pueblo y abrir las puertas de la oportunidad para nuestros pequeños; para restaurar la prosperidad y fomentar la causa de la paz; para recuperar el sueño americano y reafirmar esa verdad fundamental, que, de muchos, somos uno; que mientras respiremos tenemos esperanza.

Y donde nos encontramos con escepticismo y dudas y aquellos que nos dicen que no podemos, contestaremos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: Sí podemos.

Gracias. Que Dios os bendiga. Y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América.

(1) Ann Nixon murió el 22 de diciembre de 2009, año y medio después de ser referente en el discurso de Obama y a pocos días de cumplir 108 años de edad.