En un mundo lleno de estímulos y compromisos constantes, es inevitable vivir los días de una forma dispersa. Nos cuesta centrarnos y es muy común dejar cosas continuamente para luego…

Saltamos de una tarea a otra sin ser conscientes de todo lo que esto implica a nivel mental y energético, y especialmente, sin ver cómo esto afecta a nuestra capacidad de concentración.

Este saltar de un lado a otro llena nuestra cabeza de acciones incompletas y nos hace perder mucho tiempo que podríamos utilizar de forma más eficiente… O simplemente no caer en desgastes innecesarios.

Por eso hoy quiero compartir contigo mis últimos “descubrimientos” para entrenar la concentración.

TRABAJO POR BLOQUES

Te cuento que, en mi caso, al viajar tantísimo, tengo muchas horas que para realizar mi trabajo no resulta cómodo, y últimamente una de mis obsesiones ha sido la de cómo optimizar esos tiempos, no perder mi focus y que no se conviertan en horas muertas.

He probado muchísimas cosas, y finalmente con la que me quedo es en la previsualización. Como muchos ya sabréis, mi trabajo consiste en analizar a equipos rivales, detectar fortalezas y puntos débiles.

Depende como hagamos el viaje, no me resulta sencillo poder ver el partido y tomar notas, así que hacer una previsualización de los partidos y ordenar acciones según un criterio sencillo me ayuda a estar más enfocado cuando realmente tengo que analizar el partido.

¡El trabajo previo me ha servido! Y voy mucho más centrado a sacar provecho de lo que verdaderamente se me pide.

Eso me ha demostrado lo importante que es previsualizar las tareas que tenemos por delante, especialmente las aburridas o pesadas, para planear cómo hacerlas y qué momento es mejor para ejecutarlas con concentración, y por ello, con mucha más eficacia.

Lo que mejor me funciona es analizar bien cada tarea de antemano y pensar cómo desglosar ciertas partes para completarla por módulos.

Y para esto, la técnica del Pomodoro es perfecta.

La técnica Pomodoro consiste en usar un temporizador para dividir el trabajo en bloques de tiempo enfocados (generalmente 25 minutos) separados por un breve descanso, normalmente de 5 minutos. Después de cuatro bloques de tiempo de trabajo consecutivos, se toma un descanso más largo, alrededor de 20 o 30 minutos.

Trabajar por bloques es una de las mejores herramientas que tenemos a nuestro alcance para entrenar nuestra concentración.  En un viaje también intento llevarla a cabo, de manera menos estricta, por ejemplo, dándome tiempo para trabajar, leer, ver alguna serie, escuchar música, comer…

 

CONOCER CÓMO APRENDO

Como decía antes, los días nos absorben y no somos conscientes de cuántas cosas nos rodean para bien.

El mundo se ha convertido en una gran red social, pudiendo conectar entre unos y otros con tan sólo un clic y haciendo que vivamos la vida pegados a las pantallas y a sus notificaciones. Un gran reto para nuestra capacidad de concentración, ¿no crees?

Y eso sin contar las restricciones por el Covid-19, que ha hecho que nos enganchemos, aún más, a esta forma de comunicación… ¡Y de socialización!

Así que, en este contexto, me parece que una buena ayuda para concentrarse, principalmente en el trabajo, es conocer tu estilo de aprendizaje.

[Saber cómo aprendes de forma más natural, ya sea con un sistema de aprendizaje visual, auditivo o kinestésico, te permitirá asimilar la información de una forma más sencilla y solucionar tu foco de atención.

De hecho, esto es realmente útil para líderes, ya que podrán saber cómo deben transmitir la información a sus colaboradores de una forma más eficiente.

También útil para aquellas personas que simplemente quieren obtener los mejores resultados posibles en el día a día y caer en la tentación de los despistes que nos rodean.

Descubre tu estilo de aprendizaje

Os propongo un ejercicio para poder identificar vuestro propio estilo de aprendizaje. La fuente de dicho test es EFIC (Escuela Formación Integral de Coaching), que es dónde yo me formé y me une una grata relación a la gente que lo forman.

Os animo a descargarlo y a que podáis de esta forma dar un pasito más en vuestro desarrollo personal.

 

TEST DE VAK

 

EL LADO NEGATIVO DE LA MENTE

Cuentan que hace mucho tiempo, en un lejano templo donde se preparaban las jóvenes mentes más brillantes, un grupo de discípulos le preguntó a su maestro:

– “Maestro, ¿de dónde viene el lado negativo de nuestra mente?”

El maestro, en silencio y sin mediar palabra, se retiró un momento y enseguida regresó con un gran pergamino enrollado. Le quitó el sello que lo mantenía fijado y poco a poco fue abriéndolo hasta que se pudo ver un gran lienzo en blanco. En medio del lienzo había un pequeño punto negro.

– “¿Qué veis en este lienzo?”, preguntó el maestro a sus discípulos.

Todos los discípulos respondieron: “Un pequeño punto negro, maestro”.

El maestro dijo: “Ese es el origen de la mente negativa. Ninguno de vosotros ha visto el enorme espacio en blanco que lo rodea. A menudo nos centramos en pequeñeces y somos incapaces de ver la enorme extensión de nuestra consciencia”.

Puede que en estos momentos no seas consciente del gran poder que tienes para enfocarte en lo que te acerque a tus metas y objetivos, pero entrenando tu concentración, podrás pasar de ver solamente el punto negro a visualizar el enorme espacio en blanco que te rodea.